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Inteligencia Artificial: ¡No seamos tontos!

Como Comunidad Cruceña, debemos reflexionar en torno a cómo la Inteligencia Artificial (IA) está transformando nuestro mundo y anticiparnos a su significado, aplicaciones, dilemas éticos y los desafíos actuales. La IA ofrece oportunidades y peligros que requieren una comprensión y regulación adecuadas y nuestro objetivo es acercar este debate a nuestra vida cotidiana, promoviendo un uso responsable y beneficioso para la humanidad y nuestro colegio.

La IA, una tecnología avanzada, puede realizar tareas cognitivas que antes solo los humanos podían hacer, como analizar datos y tomar decisiones. Es crucial no repetir errores del pasado, como los del Dr. Frankenstein, creando tecnología sin educar a la sociedad sobre sus límites y usos. Debemos entrenar tanto a la IA como a la humanidad para evitar que se convierta en una amenaza sino una gran aliada para formar. La IA ya está presente en múltiples áreas como la conducción autónoma, la creación y replicación de obras artísticas, el comercio, las redes sociales, la generación de contenido, la medicina, la industria, y la educación.

Riesgos y Desigualdades: La IA puede perpetuar sesgos de género y raza, dado que su desarrollo está mayoritariamente en manos de hombres y reflejando contextos específicos. Los motores de búsqueda priorizan resultados basados en preferencias y ubicaciones, afianzando prejuicios. Es esencial abordar estos sesgos para evitar dañar la equidad y la justicia social. También existe el riesgo de tergiversar y/o francamente distorsionar la realidad y la verdad, poniendo en jaque nuestro modo de relación actual. Por último, además puede generar conflictos en nuestra identidad “humana”, capacidades como la creatividad y la autoría y “atontarnos” en nuestras habilidades actuales, dejándonos que nos domine un algoritmo o una máquina antes de pensar.

Cómo aterrizamos el buen uso de la IA: A veces resulta más cómodo que las grandes organizaciones o empresarios se pongan de acuerdo, pero ya ahora hay cosas que nosotros podemos elegir para actuar éticamente y bien usar esta técnica al interior del colegio Santa Cruz de Chicureo y fuera de él.

–              Partir por casa: discutir en la familia, colegas y con los amigos cómo vamos a ocupar las aplicaciones que crean contenido. ¿Vamos a revelar su fuente? ¿Nos vamos a anticipar en nuestros trabajos, colegios, instituciones etc. a cómo usarlas adecuadamente?

–              No falsear la realidad: Aunque parezca inocuo, quizás pequeños retoques en nuestras fotos son el comienzo de un juego que se nos puede ir de las manos. Ver hasta dónde y qué nos motiva a “jugar”.

–              Cuestionar lo que vemos y recibimos más de una vez: Ya no solo son noticias falsas, sino videos, fotografías y audios los que hay que cuestionar si son verídicos, en especial antes de reenviar.

–              Informarse y estudiar: Hay infinitos textos, blogs y columnas que nos dan cuenta de este debate mundial. Incluso en los diarios es noticia en la actualidad. Que la ignorancia no nos pille mal parados.

La IA debemos utilizarla de manera ética y responsable y para eso participar activamente en su regulación y educación es clave para evitar que se convierta en un monstruo descontrolado. La IA puede ser una gran aliada si se usa con humildad y amor hacia el servicio a los demás.